jueves, 28 de noviembre de 2013




CON SEMINARIO SOBRE RURALIDAD COMENZARON ACTIVIDADES DE "SANTIAGO TAMBIÉN ES RURAL"

Esta iniciativa, organizada por la dirección regional metropolitana de la Fundación busca visibilizar y potenciar la ruralidad de la RM abriendo un debate sobre las problemáticas y desafíos que afectan al campo y generando un espacio de encuentro e intercambio de productores y artesanos que trabajan con SERVICIO PAÍS.
“Santiago También es Rural” contará este año con tres actividades: una Feria de productores y artesanos de las comunas de Alhué, María Pinto, San Pedro, Curacaví e Isla de Maipo, a realizarse este 29 de noviembre en el Paseo Bulnes; un Encuentro Regional de Artistas, que se organiza junto al Consejo Regional de la Cultura y las Artes en el marco del SERVICIO PAÍS Cultura a realizarse en la misma Feria; y el seminario que se llevó a cabo hoy en el aula magna de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile.
“Desafíos de la nueva ruralidad en la Región Metropolitana” se denominó el seminario que se realizó este jueves 28 de noviembre y que contó con la participación de cuatro destacados panelistas.
El primero en realizar un análisis desde la perspectiva del potencial agrícola de la RM fue el Seremi de Agricultura Patricio Fuenzalida, quien destacó los valores que están presentes en el mundo rural y lo importante de respetarlos: “Los pequeños agricultores necesitan que abordemos los problemas desde el punto de vista de la ruralidad, no necesitan que les demos cosas, sino que tomemos en cuenta su perspectiva. Nos falta considerar la voluntad de la gente cuando llegamos con soluciones para superar la pobreza. Debemos tratar de rescatar las singularidades de Curacavi, María Pinto o Alhué. No lleguemos con soluciones desde lo urbano a lo rural, a una zona que tiene la agricultura más competitiva de Chile”, señaló.
El académico de la Universidad de Chile,  Manuel Canales, por su parte,  abordó las problemáticas que afectan a la población rural de la zona central del país, centrándose en las tensiones que genera la expansión de la metrópoli;  las neo-ruralidades como por ejemplo, las parcelas de agrado o condominios que se erigen como enclaves que modifican el paisaje y la identidad; o la nueva agricultura que cambió el sistema de vida en el campo al transformar el trabajo de fundos maiceros y trigueros a la agricultura de viñedos, frutales y la agroindustria, con altos niveles de tecnología. “Estas tensiones transforman los paisajes agrarios. Crecen las ciudades agrarias, que les llamamos rurales pero no lo son. Y están asentándose poblaciones. La nueva cuestión social es que se puede vivir en ellas pero no se puede surgir”, dijo.
El alcalde de Isla de Maipo, Carlos Adasme, en tanto, centró su análisis en los cambios que se han registrado los últimos 20 años en comunas similares a la suya y cómo afecta la pobreza a las familias rurales, problema que se traduce en falta de servicios básicos, de especialistas en salud, de educación superior accesible, de viviendas con superficies adecuadas para familias acostumbradas a otra realidad y escaso acceso a fuentes de empleo de calidad. También señaló con preocupación la pérdida de identidad y valoración de las particularidades de las zonas rurales por parte de las nuevas generaciones. “Cuando ven en la urbe sus parámetros de la felicidad o sus metas, esto es preocupante porque vivimos en realidades distintas”, expresó, y agregó “Nos quedan 120 agricultores, que trabajan con Sercotec y luchan por mantener su campo, pero cada año van desapareciendo. Hay que proteger el desarrollo agrícola rural, proteger el territorio de la expansión urbana y establecer buenas políticas sociales de vivienda, salud y educación. Que no se transformen en comunas dormitorio, sólo de viviendas”.
El último panelista en exponer fue el miembro del directorio de la FSP y destacado académico, José Bengoa, quien hizo hincapié en que en Chile aún existen muchos campesinos pese a que se han invisibilizado producto de la agro industrialización, que es la característica y tendencia de la economía rural, donde el campesino productor tiende a integrarse en sistemas de producción en cadena, que se articulan con el sistema financiero y la comercialización. “El gran debate en los próximos años tiene que ver con que el modelo de desarrollo agroindustrial exportador requiere de varios tipos de mano de obra”, y en este sentido, señaló, hay diversos nudos que destrabar, como el debate sobre la mano de obra extranjera, pues cientos de miles de personas levantan las cosechas cada año.

Estuvieron presentes en el seminario, autoridades y representantes de municipios, académicos, estudiantes, y el equipo de profesionales SERVICIO PAÍS de la RM.